La Pintura del Alma utiliza el arte como medio para expresar lo más sagrado de la persona. Plasma en el lienzo la percepción de su mundo interior por parte del artista. Es la cúspide del proceso terapéutico o de coaching energético a través del cual captamos eso que hace danzar a su alma, lo que le abre su corazón, lo que le hace más fuerte y lo que le hace único/a. El cuadro es el símbolo que ancla la vibración de ese estado interno para que cada vez que la persona lo observe con atención se reactive en ella. No es sólo arte decorativo, es algo muy especial y único.
El cuadro es un recordatorio de eso tan hermoso que llevas dentro y que está directamente vinculado con lo que le da sentido a tu vida.
Los cuadros son totalmente personalizados, ya que a la hora de pintarlos me conecto con la energía de la persona. Solemos hacerlos tras un proceso de Coaching Energético o de Exploración Consciente del Inconsciente, aunque no es imprescindible. En los casos en los que la persona sólo quiere el cuadro sin hacer un proceso, es suficiente una entrevista para poder captar su esencia y definir juntos el motivo. Los cuadros son pintados con óleo o acrílico sobre lienzo.