Antes de todo quería agradeceros las consultas que me estáis enviando. Gracias a ellas me resulta mucho más fácil escribir y es que a través de las preguntas es como mejor llegan las respuestas. Siempre que me permitáis compartirlas intentaré responderlas en mis posts para que todos podamos beneficiarnos de ellas.
Comenzaremos con la interesante consulta de nuestra amiga Julia que dice así:
Me encanta lo que dices sobre la felicidad incondicional, es algo que llevo tiempo intentando pero me sigue costando. He estado enamorada durante más de cinco años de un hombre que me ha hecho la vida imposible, afortunadamente nunca me puso una mano encima pero era muy celoso, controlador y manipulador. Le gustaba jugar con mis sentimientos, podía ser el más dulce y cariñoso y de repente sin razón aparente frío y distante. Le encantaba provocarme para que tuviéramos grandes broncas y luego arreglarlo con sexo apasionado. Ese juego me tuvo enganchada mucho tiempo, pero cada vez le gustaba jugar más duro y parecía que disfrutaba haciéndome sufrir hasta llegar a proponerme cosas humillantes y ponerme los cuernos delante de mi cara. Por fin pude decir basta y dejarle aunque me he quedado bastante tocada, con la autoestima por los suelos y llena de rencor hacia ese hombre que jugó conmigo sin pudor durante tanto tiempo. De veras intento salir para adelante y ser feliz con lo que me toca vivir, tanto sola como con pareja, pero siento que me falta algo y no he logrado quitarme a esta persona de la cabeza. De momento no he podido rehacer mi vida en el amor y de eso ya hace tres años. He conocido a algún hombre encantador pero no me he atrevido a llegar a más por miedo a que se convierta en un lobo con piel de cordero. A veces pienso que quizás es mejor quedarse sola pero al menos tranquila. Pero por otro lado, quiero pensar que no todos los hombres son así, tengo amigas que están felizmente casadas o eso es lo que me dicen. A lo mejor es que es demasiado pronto para intentarlo, pero veo que me voy haciendo mayor y que cada vez se me hace más complicado. Y por otro lado pienso que a lo mejor estoy predestinada a atraer a este tipo de hombres crueles a mi vida… ¿Cómo puedo cambiar eso si es que puedo?¿Cómo puedo dejar atrás mi pasado para poder cambiar mi futuro?
Muchas gracias, Julia, por compartir tu historia y dejarnos aprender de tu experiencia. Primero felicitarte por tus primeros pasos para salir adelante, esos son los más difíciles y ya lo has conseguido. Ahora permítete ir a tu ritmo y ves avanzando al paso que te sientas cómoda. Para poder abrir de nuevo tu corazón es imprescindible que cortes ese cordón invisible que te sigue manteniendo unida a tu ex-pareja.
La manera más eficaz de cortar ataduras dolorosas con personas del pasado es a través del perdón.
Al principio puede resultar complicado, incluso parecer imposible, especialmente si las heridas que te ha ocasionado la otra persona han sido muy profundas. Pero sólo perdonando y perdonándonos es como conseguimos la verdadera calma interior. Cuando tienes el corazón lleno de rencor y resentimiento sigues atad@ al pasado, es una fuerte cadena de acero de la que no puedes liberarte luchando, más peleas más te aprieta.
Cuando te dices “pero, es que no puedo perdonarle”, “¿Cómo voy a perdonarle con lo que me ha hecho”, “no se merece que le perdone” lo que estás haciendo realmente es cerrar tu corazón a cal y canto. Y si no lo abres pronto, no se ventila, el ambiente se vicia y se agria su contenido. Cuando perdonas, dejas que entre la brisa fresca, se airea tu hogar interior y se lleva los malos olores del rencor.
No tienes porque perdonar para liberar al otro y dejarlo impune, lo importante es que a quién realmente liberas es a ti mism@. Para perdonar a alguien no es necesario que se lo comuniques, ni que le des un abrazo, ni una palmadita en la espalda ni un beso de “aquí no ha pasado nada”. Lo perdonas dentro de ti, en tu íntimo tribunal donde eres juez, víctima y acusado. Sí también eres el acusado, aunque te parezca una contradicción, ese imputado no es más que un personaje que representa un aspecto de ti.
Como te he dicho antes, esto no se puede hacer con prisas, cada uno tiene que recorrer el camino del perdón a su paso, liberando miguitas de dolor por si te arrepientes y te da por volver a la guarida del resentimiento. Unos pueden soltar todo el peso de golpe, echar a correr y llegar rápido a la ciudad de La Libertad. Pero otros cargan muchos sacos de pan rancio encima y eso claro les hace ir más lentos. Pero si se lo proponen, si cumplen con sus compromisos de liberación, continuarán a pesar de las dificultades, y a medida que avancen se sentirán cada vez más liger@s. Para esos intrépidos que quieran liberarse aquí tenéis el mapa del tesoro, con el detalle del recorrido por:
las etapas del camino del perdón
¡Ánimo mis valientes!
Primera etapa: Renuncia a la culpa:
La culpa es una palabra que para mí se podría borrar del diccionario ahora mismo, zaaaassss, fuera, de un plumazo, porque es de esas palabras que hacen más daño que bien. ¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve realmente la culpa? Desde mi humilde opinión la culpa sirve sólo para dos cosas:
- Para echársela a los demás (cuando responsabilizas a otros de tus males como si tú no tuvieras ningún poder de decisión sobre tu vida).
- Para martirizarse uno mismo (cuando te echas la culpa de todos los males del mundo, propios y ajenos).
Ya sé, ya sé lo que estás pensando “Y qué pasa con los criminales, violadores, asesinos, etc…” El aplicar medidas de protección como la encarcelación para prevenir la repetición de futuros delitos y crímenes y poder convivir en sociedad es una cosa muy diferente a la culpa de la que estamos hablando. Me refiero a la culpa que impone el que se cree que tiene toda la verdad absoluta para juzgar y decidir quién es malo y por lo tanto se merece un castigo, recibir mil latigazos y arder en el infierno.
Si ya decía Jesús “Que tire la primera piedra quien esté libre de pecados…”. A ver ¿quién es el guapo que la lanza?
Pregúntate y respóndete sinceramente:
- ¿De verdad crees que todo el daño que te han hecho otras personas a lo largo de tu vida era simplemente porque querían perjudicarte?
- ¿Has intentado ponerte en sus zapatos? ¿Has tratado de averiguar qué les ha ocurrido a esas personas para llegar a hacer lo que hacen?
- ¿Qué nivel de conciencia tenían? ¿actuaban con conocimiento o desde la ignorancia? ¿desde la cordura o el trastorno mental o emocional?
- ¿El castigo o la venganza fomentan el cambio positivo o por lo contrario generan más odio y rabia?
No es cuestión de defender a nadie, hay cosas terribles que son injustificables. Pero ¿qué mayor castigo pueden sufrir estas personas que vivir separadas de su esencia? Aunque por fuera nos parezca que puedan ser felices, y hasta vivan en palacios dorados, realmente están ardiendo en su íntimo infierno interior. Ni siquiera el psicópata puede ser verdaderamente feliz desconectado de su propio corazón.
Y para aquellos con mente abierta, aviso a navegantes: ¿Y quién sabe si estas criaturas en lugar de demonios son ángeles que han venido a sacrificarse haciendo el papel de verdugos para que el resto pudiéramos aprender lo que veníamos a aprender? ¿Quién se acuerda de los pactos que firmaron nuestras almas antes de venir a esta vida que venimos a experimentar? (No me pongas esa cara tan rara, quédate con lo que te resuene, lo demás puedas echarlo a la papelera de reciclaje ¿entendido?)
Sigamos con la primera etapa de nuestro camino, ¿y eso de echarnos la culpa de todo a nosotros mismos? Eso sí que es inteligente y útil de narices. Es lo mismo que encender la cerilla tirarla a un montón de diarios y cerrar la puerta contigo dentro. Abrasándote en tu penitencia al ritmo que te flagelas con el látigo del lamento, mientras la voz de tu crítico interior retumba con su risa maléfica, reprochándote lo desastre que eres.
No te fustigues si en un momento de tu vida no supiste protegerte de alguien que te hizo daño de cualquier manera, física o verbalmente. No eras tont@ o endeble porque dejaste que arrollaran tus frágiles límites. Las personas que se quedan atrapadas en situaciones análogas a la de Julia no son idiotas que no ven la realidad, sino que hasta que consiguen despertar, están funcionando bajo un programa de sumisión a cambio de «aceptación/amor». Un patrón de comportamiento que te va debilitando y anulando más y más mientras te consumes en la humillación, la vergüenza y la falta de autoestima. Somos capaces de todo esto y mucho más antes que asumir la responsabilidad sobre nuestras vidas.
Segunda etapa: La responsabilidad es la puerta de la libertad
¿Eres de esas personas que se resignan no tener control sobre sus vidas? ¿De verdad crees que no puedes hacer nada para cambiar tus circunstancias? ¿Te consideras un ser desvalido que depende de otros y que es incapaz de tomar decisiones? ¿Cierras los ojos y entregas la llave de tu vida a los demás, al destino, al azar, a la suerte o la fatalidad? ¿De veras crees que las cartas del Tarot van a predecir tu futuro sin que puedas hacer nada para cambiarlo?
Ja!! Perdona que me ría, pero eso será verdad sólo si tú crees que es verdad. Hasta ahí llega tu enorme poder, es tu decisión asumirlo o dárselo al destino, a tu amante, al jefe o al vecino y dejarte manipular como una marioneta.
Querida Julia, ¿sigues ahí? sabes que aunque te hable sin remilgos lo hago desde el más puro amor, solo intento despertar a la diosa que hay en ti y si para ello tengo que zarandearte con cariño lo haré porque sé que eres fuerte.
Sigo… Nadie te obligó a punta de pistola a permanecer al lado de este hombre y a ser su juguete durante esos años, ¿o sí? ¿Para qué esperaste hasta que la luna de miel se volviera de hiel? ¿para qué dejaste pasar las señales de humo y fuego que te avisaban del peligro?¿De veras esperabas que cambiara? ¿Estabas atada de pies y manos o podías haber cogido la puerta hace tiempo?
Te repito no te culpes por ello, pero el no ser culpables no nos impide ser responsables de lo que nos sucede y de cómo nos afecta. Sólo tú puedes dejar claro a los demás cómo permites que te traten, qué es lo que te mereces y por donde no estás dispuest@ a pasar. Eres tú y solo tú quien te puede defender y proteger, marcar la ralla y dejar claro que de ahí no se pasa. Y si no lo hiciste en ese momento, no pasa nada, el pasado se queda en el pasado, solo permanece a tu lado si tú se lo permites.
Tercera etapa: Aprendo, comprendo, me libero
Siguiendo con Julia: ¿Te has preguntado qué puedes aprender de esta experiencia? ¿Qué es lo que te estaba mostrando aquella persona? Nuestro mundo exterior es un reflejo de lo que pasa dentro de nosotros. ¿Cómo te tratas a ti misma? Escucha la vocecilla de tu cabeza, esa que no para de hablarte, ¿qué te dice? ¿Eres su reina o su esclava?
Cuando uno no se quiere lo suficiente, suele tratarse a si mismo como su peor enemigo, martirizándose por cualquier fallo, por no ser suficiente… Y cuando esto ocurre empiezan a aparecer personas a tu alrededor que te van a reflejar eso: tu pareja, tu jefe, alguien de tu familia, ese cliente déspota y desagradable… Y los que más te hacen de espejo son las personas más cercanas. ¿Te ha pasado algo parecido anteriormente con otra pareja? ¿Qué tipo de relación tenían tus padres?
Aunque nuestras experiencias nos parezcan únicas no son más que nuevas versiones de una misma antigua película, solo cambiamos personajes y escenarios pero ¿por qué siempre te toca hacer el papel de víctima? ¿Reconoces algún patrón que se repite a lo largo de tu vida en el amor o en cualquier otra área? Por eso es tan importante primero ver antes qué es lo que ocurre en nuestro interior. Eso no quiere decir que no actuemos fuera, pero si no miramos antes dentro, seguiremos luchando contra fantasmas y molinos de viento.
Aunque nuestro pasado tiene influencia en nuestro presente, en cómo nos compartamos, cómo interpretamos las cosas y vemos el mundo y la vida, esto no implica que nos pueda seguir dirigiendo ni afectando. No tenemos que seguir proyectando nuestro pasado hacia delante, podemos dejarlo atrás sin remordimientos y sin resquemor, sino más bien con agradecimiento por lo que nos ha enseñado, por lo que hemos superado y que nos ha hecho más fuertes. Ésta es la manera de ir a mejor, de lo contrario si no comprendemos lo que nos estaba mostrando esa experiencia y en lugar de preguntarnos “para qué ocurrió aquello” seguimos repitiendo “por qué a mí” no saldremos de la cárcel del victimismo y seguiremos rodando escenas futuras que nos mostrarán la misma lección a superar.
Cuando comprendemos, nos desprogramamos, dejamos de reaccionar automáticamente a lo que nos sucede y empezamos a responder de forma distinta. Entonces el pasado deja de ser una pesada losa sobre nuestras espaldas y se convierte en una linterna que nos ayuda a ver con más claridad nuestro presente. En cuanto te liberas de esas experiencias del pasado que te paralizan, y se abre ante ti un enorme abanico de posibilidades.
Cuando comprendemos lo que nos enseña el pasado, nos damos cuenta de lo que estábamos atrayendo a nuestra vida de manera inconsciente. Entonces automáticamente elevas tu conciencia y por lo tanto tu vibración energética y eso hace que atraigas cada vez algo más parecido a lo que realmente quieres en tu vida. Por eso, Julia, no te preocupes, a medida que vayas avanzando en el camino del perdón y comprendas su enseñanza, te irás aproximando más rápidamente a esa relación que deseas. Ya estás empezando a emitir una nueva señal que atraerá a hombres deseosos de respetarte y amarte como te mereces.
Conclusiones:
El perdón y la aceptación son los dos mayores bálsamos para curar las heridas. Cuando aceptamos nuestro pasado y le agradecemos lo que nos ha enseñado, nos quitamos las cadenas, dejamos de amputarnos las alas, crecemos y nos lanzamos a volar.
y tú …¿con qué te gustaría cortar definitivamente para liberarte de una vez por todas?
Llevo más de 30 años trabajando como terapeuta, soy psicólogo e hipnoterapeuta. Me he quedado sin palabras leyendo tu escrito, es totalmente impresionante. He intentado corregir algún error, y el único error que he encontrado, es haber intentado corregirte. Muy bien escrito y muy bien expresado. Comentas de los los ángeles que se han sacrificado para venir como verdugos, etc. Siempre lo he pensado, siempre lo he dicho, y lo único que he encontrado son risas disimuladas. Como dice mi padre todos los malos (si es que los hay) tienen una parte buena, lo interesante es saber descubrir dicha parte. He aprendido muchísimo leyendo tu escrito, solo me queda felicitarte y darte un cariñoso abrazo. Sigue así…
Muchas gracias, Javier! Me agrada que compartas esta visión. Un abrazo!
Estas palabras me ayudaran en el duro proceso que estoy viviendo. algunos dias despierto y tengo la sensacion de querer cambiar mi pasado, pero se que no puedo, me desespero lloro y me culpo de muchas cosas. Estoy sufriendo mucho. Pero cada dia aunque sea unas horas pareciera que todo vuelve a la calma. Espero que esas horas se incrementen a medida que pase el tiempo.
Soy la pequeña de cuatro hermanos, hijos de unos padres que han sido, son y serán un auténtico desastre.
Mi padre, de una familia bien de una ciudad pequeña y mi madre procedente de una familia humilde, se quedaron embarazados de mi hermano mayor y cometieron el gravísimos error de casarse y tener otros tres hijos más.
Ante las continuas infidelidades de mi padre, las broncas y peleas a todas horas, mi madre se fue haciendo ludópata, con todo lo que ello supone: pérdida del instinto maternal en primer lugar, y a partir de ahí se pueden hacer una idea…
A todo esto salían todos los días de copas, se acostaban a las tantas, y si al día siguiente no tenían ganas pues no nos llevaban al cole.
No se querían, no se respetaba, pero no se separaban. Y nosotros tuvimos una infancia muy desgraciada. Sobre todo porque nuestro entorno era normal. Nuestros primos y amigos eran niños felices.
No voy a decir que nos faltase nada, porque tenían muy buenos ingresos( negocio familiar), pero era porque tenían de sobra, no porque se sacrificarán lo más mínimo por darnos nada.
No les importaba lo que hacíamos con nuestra vida, lo que estudiábamos o no…estábamos abandonados en cierto sentido.
Al final arruinaron el negocio, mis hermanos se quedaron en la calle sin nada, mi hermana gracias a Dios tiene un trabajo y está casada y es feliz, aunque haciendo frente a la hipoteca de la casa donde ahora viven, y que mi padre le hizo firmar, y ahora pagamos entre las dos.
Yo estoy felizmente casada con un hombre maravilloso y tres hijos que son una bendición.
Mi problema no es haber tenido este pasado, pues yo soy muy positiva y en mi casa reina la alegría y la felicidad, y no tengo rencor, pues de algún modo entiendo que hay veces que pasan así las cosas y punto, no hay que lamentarse más de lo necesario.
Lo que no consigo es asumir todo esto delante de mis amigos, e incluso de mi marido.
No soy capaz de hablar de mi pasado, de por qué fui una estudiante tan nefasta y no puedo ni hacer un cv porque no sé ni lo que he hecho en mi vida!
Estudié derecho, y lo saqué bastante bien, aunque el último año me quedó una asignatura y no fui capaz de sacarla.
Mi problema son las relaciones con los demás. Soy muy simpática y me encantan las personas de todo tipo, y hablar con la gente, pero de una manera superficial. No soy capaz de intimar de una manera sana con nadie.
A todo esto mis padres, nos ponen todo tipo de impedimentos para que resolvamos el tema de la hipoteca y nos » obligan» a seguir pagándoles la casa.
En fin, llevo un par de meses que no les como el teléfono y estoy muy a gusto. En realidad nunca he tenido padres, así que para que perder más el tiempo.
En fin, no sé qué puedo hacer para perder esa carga, vergüenza, culpa o lo que sea que llevo dentro.
Muchas gracias
Un post muy completo que abarca todas las caras del perdón. Me gustaría compartir mi pequeña experiencia que reitera lo que aquí se expone: Cuando era más joven iba acumulando pequeños rencores hacia personas «que me habían hecho daño» y reflejando en nuevas personas situaciones con personas del pasado. Con el tiempo me fui dando cuenta de que esos rencores, como dicen, eran vasos de veneno que me tomaba esperando que la otra persona muriera, es decir, el único que sufría ahí era yo. Y empecé a perdonar y a perdonarme… al principio no fue fácil, porque a la mente racional le cuesta aceptar el perdón así sin más. Pero cada vez que lo hacía, sentía que la carga iba siendo más ligera y una extraña sensación de alivio se iba apoderando de mi. Después de un largo proceso, a día de hoy, siento gratitud por todas las cosas que me han pasado y que me pasan. Acuso esta sensación de bienestar, al perdón continuo a mi mismo y a la gratitud hacia las situaciones que me hacen pensar que debo perdonar algo, porque son esas situaciones las que me hacen darme cuenta que es lo que tengo que liberar.
Muchas gracias por tus post Raquel!
Muchas gracias, Eleazar! Los testimonios como el tuyo de que algo funciona son de gran ayuda y anima a otras personas a probarlo. Un abrazo!
creo que en primer lugar no deberia uno arrepentirse de haber amado a alguien, aunque esa persona no haya correspondido su amor y le haya echo daño. Deberiamos agradecer la oportunidad que nos dio la vida de amar a esa persona, pq el amor nos engrandece el alma. A lo largo de las relaciones solemos cometer errores, al creer que estar enamorados lo justifica todo y no sabemos donde esta el stop y esa señal esta en el respeto, cuando por muy enamorado q estes la otra persona deja de respetarte o tu dejas de respetar a esa persona, en ese momento deberias bajarte del tren del amor y cambiar de via. no podemos cambiar el pasado, solo aceptarlo y aprender de los errores cometidos, ver q lecciones podemos aprender de ese pasado y luego cerrar la puerta a ese pasado, levar el ancla y navegar en el mar del aqui y ahora. nunca deberiamos cerrar la puerta al amor por mucho daño q nos hayan echo, por mucho q hayamos sufrido, pues quien cierra la puerta al amor se olvida de que el amor tambien es amarnos a nosotros mismos, querer protegerse del amor por miedo a sufrir creo q es la peor eleccion, vale mas sufrir habiendo amado q no sufrir nunca por haber cerrado la puerta al amor. Dejemonos amar por el amor universal y si alguien llega a nuestra puerta, entonces comprobemos si es el amor verdadedor, si vale la pena compartir nuestro amor con esa persona, que nos acompañe en el camino, pero sabiendo hasta que parte del camino puede llegar. Creo que deberiamos dejar de considerar a la otra persona como » su » pareja, porque ese » su » indica una posesion, como si esa persona le perteneciese a ella, como si fuese un objeto de su propiedad, cuando solamente es una persona con la que compartir el amor en el mismo camino, pero nadie es propiedad de la otra persona, ni deja de ser libre por esta acompañado de esa persona, estar acompañado no quiere decir recortar las alas ni dejar de volar.
Totalmente de acuerdo con tus palabras. Cada vez que amamos estamos vibrando a la frecuencia más elevada que es la del amor. Aunque el objetivo de todos al embarcarnos en una relación es ser felices en ella, muchas veces nos olvidamos de la gran oportunidad que nos ofrece cada relación para crecer como personas, cada pareja que aparece en nuestra vida es un espejo en el que se refleja lo que más amamos y lo que más daño nos hace, y el respeto y cariño que recibes es un barómetro de cuánto te quieres a ti mismo. Una de las lecciones que venimos a aprender todos es el amor incondicional, en el que amamos independientemente de lo que recibamos a cambio, amamos por el gusto de amar, para expresar ese amor universal que está en todo. Y como bien dices, la otra gran lección que aprendemos en las relaciones es el desapego, es algo que en la pareja nos cuesta mucho pero cada vez que lo superamos nos hace mucho más fuertes, nos damos cuenta que no somos medias naranjas de nadie, no pertenecemos ni nos pertenecen, eso son cosas del ego que confunde el amor con la protección y la posesión. ¡Ni en solitario ni en pareja dejemos nunca de ser naranjas completas!
Efectivamente,este relato es un hecho que se repite mucho.Comparto lo dicho sobre el perdón y la aceptación.Es una receta para facilitar el proceso doloroso de retirar las cadenas que te atan a quien te ha hecho tanto daño.Es cierto que nadie nos pone una pistola para seguir con una relación tóxica y que nos desgasta.Nuestro Pepito Grillo nos dice»esto no es» «Asi no serás feliz,busca un camino»Pero que pasa.Sin saber por qué,dejamos que un personaje entre en tu vida y le dejamos sin haber demostrado que lo merece,conocer lo más íntimo,sagrado y profundo de tú ser.He ahí que tropezamos con personas indecentes,ruines y carentes de valores.Se te destroza la vida y todo tu entorno.Eres ya esclava de un sentimiento que necesitas.Ya es demasiado tarde.Incluso te hacen sentir culpable,que lo eres claro por haberlo permitido.Nadie nos educa para el amor,para saber movernos con las emociones y sentimientos.Lo damos todo aunque nos traten como a una muñeca o peor.,
Mis conclusiones?Después de sufrir muchos años de desamor y abandono de quien me hizo creer era «especial» «el aire para respirar» etc etc.es ponerle 20 llaves y candados a los sentimientos y sólo ir abriendo poco a poco a medida que vayas recibiendo lo mismo que das.Somos las mujeres casi siempre quien más ofrecemos a cambio de nada.Esto hay que cambiarlo.Primero me quiero YO.Y luego te quiero a TI.Superarlo siiii Se supera, lleva su tiempo de duelo pero se sale.IMPORTANTE: No mires atrás,siempre adelante ,siempre adelante.
Un beso.
Muchísimas gracias, amiga, por compartir tus sentimientos. Entiendo que estás pasando por el proceso de duelo y que estás recorriendo las primeras etapas en las que lo que te está ayudando más es recoger todo ese amor que habías volcado en la otra persona y reinvertirlo en ti. Y que te ha costado mucho dar ese paso, que ahora te encuentras llena de decepción y lo que te ayuda a no volver a él es recordarte el daño que te ha hecho. Y si eso te está ayudando perfecto, pero no te recomiendo para nada que te quedes encerrada en esa etapa, el cerrar tu corazón como dices te va a hacer más daño que protegerte, no sólo te aíslas emocionalmente sino que energéticamente creas un bloqueo en tu pecho y con el tiempo puede afectar hasta tu salud. No dejes de ser tú misma, si eres una persona generosa sigue siéndolo sin esperar nada a cambio. Sólo escucha a ese Pepito Grillo si te avisa de que la otra persona no se lo merece, no ignores las señales como hiciste en el pasado. No podemos darnos a cuentagotas, las relaciones de pareja no son un intercambio comercial en el que tanto me das tanto te doy, eso a la larga no funciona.
Amiga, no pierdas tu esencia generosa, puedes darte sin vaciarte y si sigues vibrando en tu frecuencia amorosa empezarás a atraer a tu vida a hombres que vibren en la misma frecuencia. Si todavía aparece alguna persona que tenga un comportamiento similar al anterior, no te frustres, sólo habrá aparecido para mostrarte que todavía tienes que seguir avanzando en el camino del perdón y recuperando esa autoestima que no debes perder nunca para entregársela a nadie. Aquí tienes una de mis frases que publiqué hace unas semanas en Facebook y que creo que va como anillo al dedo: Siempre hay alguien que me puede romper el corazón. Pero sólo yo decido mantenerlo roto y cerrado o recoger los pedazos y pegarlos para volver a amar sin miedo, porque siempre hay alguien que me cuida, YO.
Un beso!